viernes, 6 de noviembre de 2015

Arquitectura de los Aztecas



Los aztecas querían demostrar su poder por ello construyeron edificios monumentales. La arquitectura azteca destaca por su monumentalidad, grandeza y la veneración de la divinidad.

Tenochtitlán, capital del imperio fue construida sobre pequeñas islas y tierra pantanosa. Llegó a albergar 200.000 personas. El tipo de construcción más original de la arquitectura azteca fueron los templos gemelos, con doble escalinata de acceso. Los centros Tlatelolco y Tenochtitlan son los principales referentes de la arquitectura azteca.

La arquitectura azteca estaba fuertemente influenciada por los toltecas de Colhuacan, los tepanecas de Atzcapotzalco, y los acolhuas de Tetzcoco.

Se trata de una representación dual de las divinidades que existían en Mesoamérica desde épocas remotas. La colocación de parejas de dioses, como la de Huitzilopochtli–Tláloc del Templo Mayor de Tenochtitlan, sobre una sola plataforma piramidal, hace que su estructura sea alargada y presente una doble escalinata de acceso. La adaptabilidad y el ingenio arquitectónico de los aztecas pueden observarse en Malinalco donde se esculpió un templo en la roca, el cual quedó integrado a la montaña.

La arquitectura azteca, que era similar a la de otras culturas mesoamericanas, poseía un innato sentido del orden y la simetría. Los diseños geométricos y las líneas amplias eran representaciones del dogma religioso y del poder del Estado. Además, los aztecas utilizaron en su arquitectura bajorrelieves, muros, plazas, y plataformas, como medios para representar a sus dioses e ideales.

Otro modelo arquitectónico azteca relativamente frecuente es la pirámide de planta circular que tradicionalmente se ha atribuido a santuarios del dios Ehécatl, deidad del viento, que en su aspecto de remolino. Las más conocidas son la de Calixtlahuaca y la de la estación de metro de Pino Suárez. Otra construcción muy característica de los aztecas es un tipo de plataforma decorada con calaveras, que constituían la base del tzompantli, estructura donde se acumulaban los cráneos de los sacrificados. Sólo se conserva un pequeño altar que se encuentra en el Museo Nacional de Antropología de México.
            
Los aztecas estaban bien organizados y contaban con una fuerte infraestructura y sistemas que movilizaban gentes y recursos materiales con el objetivo de construir grandes edificios que satisficieran las necesidades de sus pobladores. Tenochtitlán, la ciudad capital, simbolizaba el poder azteca. La arquitectura azteca, que era similar a la de otras culturas mesoamericanas, poseía un innato sentido del orden y de la simetría. Los diseños geométricos y las líneas extensas eran representaciones de dogmas religiosos y del poder del Estado. Además, los aztecas usaron bajorrelieves, muros, plazas y plataformas como medios con los cuales representar a sus dioses e ideales. Durante las distintas épocas del imperio, los aztecas agregaron nuevas técnicas y materiales a sus estructuras. Ejemplos de la monumentalidad y grandeza de los aztecas se hacen evidentes en el Templo Mayor, cuya plaza podía dar cabida a 8,000 personas, y en el mercado de Tlatelolco, que podía albergar a 20,000 personas en los días de mercado. La adaptación arquitectónica azteca y su ingenio pueden verse en Malinalco (véase la sección correspondiente más abajo), donde hay un templo que fue esculpido en la roca misma y que quedó integrado a una montaña.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario